Antes de realizar cualquier ejercicio se debe consultar con un médico y cerciorarse que actividad física se pueda realizar y que no sean peligrosas tanto para la madre como el bebé. Estos son algunos consejos para ponerlos en práctica:
1. Evita completamente los deportes peligrosos:
Evita
los deportes de contacto, así como las actividades en las que se
pueda perder el equilibrio, como cabalgar o montar en bicicleta.
Recuerde que durante el embarazo el cuerpo produce la hormona
relaxina, cuya función es dar mayor flexibilidad y elasticidad a las
articulaciones para que el parto sea más ligero. El problema es que
esta hormona afloja todos
los ligamentos y coyunturas del cuerpo, haciendo que estés más
susceptible a torceduras y lesiones si se llega a caer.
2. Realiza ejercicios de calentamiento antes de empezar:
Los
ejercicios de calentamiento sirven para preparar los músculos y
articulaciones para la actividad física. También para aumentar
lentamente la frecuencia cardiaca. El precalentamiento evita
lastimarse los músculos y ligamentos, además de sentir más dolores
y agujetas al día siguiente.
3. Toma bastante agua:
Se
debe tomar agua antes, durante y
después de hacer ejercicio. Si no se hace, puede provocar
contracciones, aumentar la temperatura, deshidratación y muchas
veces alcanzado niveles que pueden ser peligrosos para la madre y el
bebé.
4. No hagas ejercicio acostada boca arriba:
Después
del primer trimestre,
se debe evitar acostarse de espaldas. Esta posición presiona una de
las principales venas del cuerpo, la vena cava, haciendo que
disminuya el flujo sanguíneo al cerebro y al útero,
presentando que la mujer tenga mareos, falta de aire o náuseas.
Algunas embarazadas se sienten cómodas en esta posición, pero esto
no significa que no haya sido afectado el flujo de sangre hacia el
útero. Lo aconsejable es colocar un cojín o una almohada bajo la
cadera o nalga derecha y descansando en una posición casi horizontal
sin comprimir la vena cava.
5. Mantente en movimiento:
Si
se permanece de pie sin moverse por largos periodos de tiempo, el
flujo sanguíneo al útero podría disminuir y la sangre podría
acumularse en las piernas, haciendo que se marees. Se aconseja
mantenerse en constante movimiento, cambiando frecuentemente de
posición o caminando sin moverte del sitio.
6. No exageres la actividad:
No
hagas ejercicio hasta que estés completamente exhausta. Recuerda la
siguiente regla: si no puedes hablar con facilidad mientras haces
ejercicio, disminuye el ritmo. Lo importante es que estés atenta a
las señales de tu cuerpo. Si algo te duele, lo mejor que puedes
hacer es parar.
7. No te sobrecalientes:
Evita
calentarte demasiado, sobre todo durante el primer trimestre, que es
cuando se están desarrollando los principales órganos del bebé.
Aunque no hay pruebas científicas de que esto sea peligroso para los
bebés humanos, algunos estudios con animales parecen indicar que el
sobrecalentamiento puede causar malformaciones congénitas.
Para
enfriar rápidamente el cuerpo, deja de hacer ejercicio, quítate
algo de ropa y cambia de ambiente, ya sea buscando una habitación
con aire acondicionado o dándose una ducha fría. También es muy
importante tomar bastante líquidos.
8. Levántate lentamente:
A
medida que crece el abdomen el centro de gravedad cambia, por lo cual
siempre que se cambie de posición se debe hacerlo con cuidado. Si te
levantas demasiado rápido te puedes marear, o perder el equilibrio y
caerte.
9. Enfríate y estírate al final:
Cuando
termines de hacer ejercicio disminuye poco a poco el ritmo, caminando
sin moverte del sitio por algunos minutos y luego estirándote. La
frecuencia cardiaca aumenta durante el embarazo y puede tardar hasta
15 minutos en regresar al nivel de descanso después de una actividad
física.
10. Habitúate a hacer ejercicio:
Puedes
realizar una actividad física o una caminata diaria por tiempos
cortos.
Redacción Tideti.com
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